"Por eso te digo sumergete hondo, en la Conciencia de Dios."
Diciendo esto el Maestro comenzó a cantar en un éxtasis de amor por Dios:
Sumergete hondo, o mente mía, sumergete en el Océano de la belleza de Dios;
Si desciendes a lo más hondo,
Allí hallaras la gema del Amor...
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