Sri Ramakrishna (1836-1886)
Constantemente afirmaba:
"Realizarás a Dios por cualquier práctica espiritual llevada a cabo con un corazón sincero"
Su promesa:
"Les juro que el que piensa en mí obtendrá mis tesoros.Mis riquezas son el conocimiento, la devoción, el discernimiento, el desapasionamiento, el amor divino, el samadhi".
El tomó forma humana en 1836 y vivió cincuenta años entre nosotros. Desde muy joven manifestó, en varias oportunidades, Su latente Divinidad.
Practicó todas las religiones del mundo: hinduismo, con sus innumerables senderos de devoción, yoga y conocimiento; islamismo, la religión de la devoción a Dios sin forma: Alá; cristianismo, la religión de la devoción, en la cual, por el amor del hijo el Divino Padre lo toma en Su seno y lo glorifica; el buddhismo, la religión del amor universal y de la completa cesación de toda clase de sufrimiento; todos estos senderos fueron recorridos por EL, y muchos otros, que, comúnmente, no se conocen.
Al final de Sus prácticas, se inició, por indicación de su Divina Madre, en el Supremo misticismo del Vedanta, el sendero del monismo puro y se unió, definitivamente, con lo Uno sin segundo. Anteriormente, en diversas maneras, había realizado a Dios Personal, a quien El llamaba Divina madre, Quien le hizo luego realizar a Dios Impersonal y, por último, se unió con Dios Trascendental. Para cada práctica espiritual Su Divina Madre le llevaba un maestro o maestra bien versado, alguien que había practicado y realizado el Ideal por dicho sendero.
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