viernes, 10 de agosto de 2012

La verdad


Aprendan este secreto central de que la verdad 

puede ser una y al mismo tiempo múltiple; de que 

podemos tener visiones diferentes de la misma 

verdad desde diferentes puntos de vista.


 Entonces, en vez de sentir antagonismo hacia 

cualquiera, sentirán infinita simpatía para todos. 


Sabiendo que mientras nazcan en este mundo 

naturalezas diferentes, y que estas requerirán 

diferentes aplicaciones de las verdades religiosas, comprenderemos que 

debemos ser indulgentes unos con otros. 


Así como la naturaleza es unidad dentro de la variedad, una infinita variación 

en lo fenomenal, y tras todas estas variaciones está el Infinito, el Inmutable, 

el Absoluto, así también ocurre en cada hombre; el microcosmos no es más 

que una repetición en miniatura del macrocosmos; a pesar de todas esas 

variaciones, en ellas y a través de ellas, existe eterna armonía y debemos 

reconocerlo. Esta idea sobre todas las demás, constituye, a mi entender, la 

urgente necesidad de esta época.

jueves, 2 de agosto de 2012

El Señor es vuestro





¿Podéis  sentir por otros? Si podéis, estáis creciendo en unidad. Si no sentís por los demás, quizá seais el mayor de los gigantes intelectuales, pero no os convertiréis en nada: seréis solo un intelecto seco y así permaneceréis. Pero si sentís, aun cuando no podáis leer un libro y no conozcáis ningún idioma, estáis en el camino correcto. El Señor os pertenece.





¿No sabéis acaso, a través de la historia del mundo, dónde reside el poder de los profetas? ¿Dónde se hallaba? ¿En el intelecto? ¿Escribió alguno de ellos un buen libro sobre filosofía, sobre las racionalizaciones más intrincadas de la lógica? Ninguno lo hizo. Sólo dijeron algunas palabras. Sentid como Cristo, y seréis un Cristo; sentid como Buda y seréis un Buda. El sentimiento es la vida, la fuerza, la vitalidad sin las cuales ninguna suma de actividad intelectual puede llegar a Dios. Es sólo a través del corazón, no del intelecto, que se puede ver a Dios.