miércoles, 11 de febrero de 2015

En horas de Meditación

No existe mayor poder que el alma. En lo más profundo corre el rio de la Divinidad una y perpetua.
Con sólo vislumbrar aquello, desaparecerá toda sensación de diversidad, morada del pecado y de la
ignorancia. En esencia eres libre, eres puro, eres divino. Todas las fuerzas del universo están al alcance tu mano.
Lucharas por conseguir la libertad siendo libre? Tu objeto debe ser adquirir conocimiento espiritual.
Un solo rayo de la Llama de la Visión Beatifica, destruye y extirpa, hasta los más sutiles matices de
la maldad. " ¡ Aprende que tuyos son la Fuerza y el Fulgor de lo Eterno.!" " Tu vida no está ni aquí ni allá." ¡ Está fija en la Eternidad ! Toda esta sensación de pecado, en su sentido más profundo, es ignorancia. Es un sueño. La índole del pecado es debilidad;  ¡sé fuerte !  ¡Si lograras vislumbrar Lo que tú eres ! Y eres Aquello, lo Efulgente y Omnipotente.
Oí entonces la voz clamar, como orando:
"¡ Oh contructor de los tabernáculos- sentidos y pensamientos- destruye aquello que has construido ! Enmurado en el miedo, el sexo, la comida y el sueño, y en los pensamientos que de ello surgen, te has
amortajado voluntariamente, podría decirse, con la densidad de la ignorancia, y prosigues soñando. Tu maldición reside en tu propia ignorancia. Destroza todos los sueños; destruye tanto las ideas de placer como de dolor; y el férreo obstáculo de la conciencia del cuerpo, caerá a un lado. Tiene, pués ante tí una tarea prodigiosa. La telaraña de la maya es delgadísima, cual la de una araña, y no obstante, es firme como el diamante. ¡ Oh alma, acude en tu propio auxilio ! Has contruído este tabernáculo, este tabernáculo debes destruir ! Y el procedimiento  para la destruccíon, consiste en la propia Realización
de tu Yo. Implica esto, que es necesario estar divinamente consciente de la Unidad. ¿ Acaso el sol, y las estrellas, y el mismo espacio, han de tragarse tu naturaleza ? ¡ El alma está unificada contigo ! ¡ Sal
de las tinieblas, sal de la ignorancia, oh alma ! Todo eso te lo has impuesto tú misma. Mejor es el dolor que el placer ! Mejor la desdicha que el gozo ! Porque ambos esculpen los pensamientos y sentidos, dándole forma digna para que sean vehículos de la revelación del Espíritu. Conviértete en amante de lo Terrible, oh alma !  Y aunque en la visión de lo Terrible percibas la Muerte, también, en verdad verás la inmortalidad ! La vida es cuanto más un sueño. Pero hay el Gran Más-Allá. Al final, en todas partes, hay unidad, una unidad divina que todo lo abarca. Todo es el mismo Sol, aunque múltiples sean sus rayos. Y el rayo es el Sol, y el Sol es el rayo. Y tú. ¡ tú eres el Sol. el Sol ! Y aun en la obscuridad existe Luz ! "
Oyendo esto, descendió mi alma a grados más y más profundos de meditación, y vi, si, en verdad vi, que le propio rayo es el Sol.

Abhaya Chaitanya.

jueves, 5 de febrero de 2015

Swami Pareshananda

                                                  Ramakrishna Prem-pathare bhasbi jodi,
                                                  ore mon japre abiram:
                                                  Ramakrishna, Ramakrishna, Ramakrishna Nam.

                                        Oh mente! Si quieres flotar en el mar del amor divino de
                                        Ramakrishna, repite continuamente, Ramakrishna...

                                                  Param Guru je mor Param Dayamoy.
                                                  Tar kripar jore asambhav sab sambhav hoy,
                                                  ore mon japre abiram:
                                                  Ramakrishna. Ramakrishna, Ramakrishna Nam.

                                      Aquel Supremo Guru mio es la plenitud de la suprema misericordia.
                                      Por la fuerza de Su gracia se vuelve posible todo lo imposible.
                                      Repite continuamente Ramakrishna...
                                                                                                     
                                                                                                    Swami Pareshananda.