Sumergete en Mí, tu Dios,a tu corazón y tu mente, sé tan sólo devoto de Dios, sacrifica en honor Mío la multitud de tus pasiones y no te postres jamás ante la fama, la vanagloria, la fortuna. Sólo postrate ante Mí, tu Dios, porque quien alcanza a hacer suya la Suprema Devoción, jamás se aparta de su Padre, y nace así al Reino de la Felicidad total.
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