Durante la ceremonia, la Santa Madre se encontraba en un estado de semiabsorción; y al final del culto entró en samadhi. El Maestro también estaba como arrobado, durante la adoración; y al final del culto entró en samadhi. De este modo, en la sublime unión del espíritu, el adorador y el ser adorado realizaron su identidad como Satchidananda ( Absoluto: Existencia-Conciencia-Dicha ).
Aquel estado de absorción espiritual duró largo tiempo. Cuando la segunda parte de la noche hubo avanzado, recién el Maestro volvió parcialmente a la conciencia del mundo físico.
Entonces se entregó por completo a la Divina Madre; y en un supremo acto de consagración, ofreció a la Deidad manifiesta ante él, el fruto de sus austeridades, su rosario, y se ofreció a sí mismo, con todo lo que era suyo. Luego, pronunció el siguiente mantram: " Oh Diosa ! me prosterno ante Ti, una y otra vez ante Ti, de color dorado, que eres la eterna consorte de Shiva; que tienes tres ojos, que eres el Espíritu que moras en todo, y que das refugio a todos los seres. Tú cumples todos los fines, y eres la más propicia entre las cosas propicias".
La Divina Shakti de Sri Ramakrishna.
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