domingo, 18 de agosto de 2013
En las horas de meditación
Recuerda, recuerda siempre que sólo"los puros de corazón" ven a Dios. El primer requisito es pureza.
Así como aquellos que se dejan dominar por el deseo, tienen, por eso mismo, pasiones intensas, así debes tú ser de puro, así debes de sentir un anhelo apasionado por la pureza.
Busca en lo más profundo, busca inquebrantablemente la pureza. Ella es lo único que importa. Recuerda esa grandiosa plegaria dirigida a Mí por Mi servidor Prahlada: "¡Oh, Señor, haz que sienta hacia Ti un amor de intensidad igual al que la gente mundana siente por los fugaces objetos de los sentidos!"
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